jueves, marzo 30, 2006
Alejandro, de la Comisión, en la inauguración del mural
La Comisión X la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre, junto a ustedes, vecinos, hinchas, centros culturales, periódicos barriales, y muchos compañeros más, estamos hoy acá para homenajear a hinchas de Argentinos Juniors detenidos desaparecidos: Guillermo “Willy” Moralli, Ernesto “Jaio” Szerszewicz, Hector Moreira, Julio Sanmartino, Américo Marcheti, y por todas las víctimas, los ex detenidos desaparecidos, los ex presos políticos, los que tuvieron que irse al exilio forzoso dentro y fuera del país, y que siguen luchando por la identidad. Por los 30 mil compañeros desaparecidos, que lucharon por un país con una auténtica justicia social.
Hoy resulta difícil, después de 30 años, agregar conceptos originales acerca de lo que representó la dictadura militar para la Argentina. La barbarie de los que creían poder callar sus ideales, sus sueños, sus vidas no pudieron. No pudieron con la memoria de un pueblo al que creían de rodillas.
Acá estamos, en la calle, revindicando a aquellos luchadores que con su ejemplo nos marcan a fuego, nos enseñan a no ceder ni un centímetro en nuestros ideales, nuestras convicciones, nuestras utopías.
De a poco los fuimos conociendo, sus nombres, sus caras, hasta materializarlos y hacerlos presentes en nuestras vidas, en nuestro barrio, de donde nunca se los tendrían que haber llevado, encarcelado, ni desterrado. A ellos, como a nosotros, les gustaba bailar, salir con amigos, ir a la cancha. Se preocupaban por los temas sociales, les inquietaban e indignaban la injusticia, la falta de libertad. Querían vivir un una sociedad sin pobres, sin pibes desnutridos ni asesinados por la policía. Con mejor educación y salud, con trabajo digno y bien remunerado, por una vejez digna. Hoy estan acá como siempre estuvieron porque nunca los olvidamos ni los olvidaremos. Ellos ya son parte de nosotros, de nuestras calles, nuestros árboles, nuestras veredas y paredes de nuestra historia.
A Willy y a Jaio se los llevaron de la Facultad de Ingeniería, los llevaron al centro de detención “el vesubio”, donde era responsable el general Suárez Mason, también socio de Argentinos Juniors, victima y victimario. Dos historias tan distintas: uno al servicio de los asesinos genocidas, otros al servicio del pueblo. Hoy, el general genocida Suárez Mason está muerto, pero antes de eso fue echado del club, escrachado y repudiado por todos los vecinos.
A Héctor Moreira se lo llevaron de su casa de Cucha Cucha al 2800. Militaba en la Uunidad Básica Evita. A Julio Sanmartino se lo llevaron de su trabajo en Gaona y Gualeguaychú, en donde funcionaba una de las dependencias de camiones de la municipalidad, junto a otros dos compañeros. Él era delegado allí, en esa misma esquina en donde asesinaron a los tres pibes de Floresta el 20 de diciembre de 2001, a manos de un ex policía, luego de la revuelta del 19 y el 20.
Nos los arrebataron al igual que a toda una generación. Una generación de luchadores, pensadores, artistas, deportistas, obreros, políticos. No discriminaron en su accionar: todo aquel que pensaba distinto al orden establecido tenía que ser eliminado. A tal punto que arrebataron a sus hijos nacidos en cautiverio y se los repartieron como quien se reparte un botín. “Botín de guerra”, dice el documental de Abuelas de Plaza de Mayo, que ya encontraron 82 de los 500 nietos. “Ni un paso atrás” dicen todas las Madres de Plaza de mayo. “Si no hay Justicia, hay escrache”, dicen los hijos. Y están los familiares y los hermanos, los ex detenidos desaparecidos, y los exiliados que hacen que se juzgue en el exterior si aquí no se juzga: el pueblo. Fuimos todos nosotros los que mantuvimos la memoria inquebrantable y nuestra lucha. Por eso estamos acá, porque tenemos memoria y no la queremos perder ni vender, porque queremos saber la verdad de donde están los compañeros desaparecidos, quienes tienen a los chicos apropiados, quienes son los responsables y sus cómplices, y no escuchar solo sus penosas autocríticas. Sabemos que hay mucho por hacer y por recorrer.
La semana pasada realizamos un acto para saber en que estado están los juicios a los militares y civiles acusados de crímenes de lesa humanidad. Hoy, continuamos con este trabajo, que nace como una necesidad del barrio. Como primera idea fue un mural en la cancha. Luego fuimos siendo más y más, hubo muchas ideas, mucho trabajo, actividades. Hoy, las paredes y las calles del barrio gritan “La Paternal No Olvida”.
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
Juicio y castigo rápido a los genocidas y sus cómplices
Cárcel común para todos, y los mayores de 70 años al geriátricos penitenciario.
30 mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes
Ahora, y siempre.
La Paternal no olvida.
Alejandro, de la Comisión x la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre.
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