miércoles, abril 04, 2007

Aniversario del incendio en La Paternal


(fotos: gentileza de Tras Cartón)

El viernes 30 de marzo se cumplió el primer aniversario del incendio en el taller textil clandestino que funcionaba en Luis Viale 1269.
En ese incendio murieron dos adultos y cuatro niños.
Nuestro Comisión participó de la marcha y renovó el reclamo por Justicia en relación a esos crímenes.
Reproducimos a continuación la declaración de la Asamblea de Villa Mitre y Santa Rita, a la cual adherimos:

UNA REALIDAD REPUGNANTE

Nuestras necesidades superfluas nos convierten en criminales. Nuestra Asamblea participó, el viernes 30 de marzo, de dos actos. Uno, en la calle Luis Viale 1269; el otro, en la calle Venancio Flores 3519/3521. Estos lugares son una ausencia para los vecinos inmediatos, para las asociaciones barriales, para los partidos políticos, para la ciudad, para el país, para la justicia; entonces, esta ausencia de lo que está, esta evidencia invisibilizada, hace que estos lugares representen UNA REALIDAD REPUGNANTE.
En Luis Viale 1269, hace un año, murieron en un incendio, seis personas, dos adultos y cuatro niños. El fuego no discrimina; el mercado, su voracidad, y nosotros, los hombres, sí. El fuego que mata es fuego humanizado. Nuestro apetito por lo innecesario y la absurda vanidad de portar una marca en nuestra indumentaria, nuestra distinción, nuestra calidad de clientes adquirentes de productos sofisticados nos convierten en cómplices imperiosos de estas muertes. Este acto recordó a las víctimas y la falta de justicia que, todos, como sociedad, permitimos.
Todos somos ilegales si la ley es forma sin contenido.
El otro acto, la denuncia del taller clandestino de la calle Venancio Flores 3519/3521, es la puesta en actualidad del verdadero ejercicio de los derechos humanos. Actualidad que actúa para impedir la repugnante práctica de una explotación (el trabajo esclavo) que compromete nuestra dignidad.
En Venancio Flores 3519/3521 funcionó el centro de detención “Automotores Orletti”, lugar que sirvió a los intereses del Plan Cóndor de represión del Cono Sur. La Legislatura porteña declaró el inmueble de “utilidad pública y sujeto a expropiación” Es inadmisible que este lugar donde se degradó, torturó y asesinó a hermanos latinoamericanos, sea hoy, a 24 años de Democracia, un lugar donde se degrada la condición humana.
La denuncia de la Asamblea La Alameda de Parque Avellaneda no descubre sólo la inoperancia de nuestro Poder Judicial, de nuestros legisladores y del Estado, también revela inexorablemente nuestra indolencia como ciudadanos. La participación activa y responsable de cada uno de nosotros es necesaria para imposibilitar estos hechos de lesa humanidad que conviven con nosotros.
Detrás de un muro existe el crimen. Nosotros, los vecinos, impasibles, transitamos las veredas de esas fachadas que encubren la ilegalidad de lo que ahí se produce. Detrás de las marcas Kosiuco, Montagne, Lacar, Adidas, Puma, Graciela Naum, Topper, Cheeky y tantas otras está el crimen; nosotros, clientes impávidos, con nuestro dinero, nos implicamos en la ilegalidad que estas empresas cometen obteniendo, ellas, infames ganancias.
Los Desaparecidos del pasado, López y los Desaparecidos Sociales de la actualidad, son víctimas de la inequitativa distribución de la riqueza.
Los Desaparecidos del pasado desaparecieron por luchar por un mundo mejor. Los Desaparecidos Sociales de la actualidad son el resultado de la derrota que sufrió el campo popular.
Cuando nos sentamos en un bar y pagamos 3,50 por un pocillo de café no pensamos en los 0,60 centavos que recibe un trabajador costurero (en un taller clandestino) por una prenda terminada. Cuando nos paseamos con una prenda con su distintivo Adidas o Puma, no pensamos en las 17 horas de trabajo, en la privación ilegítima de la libertad, en el abuso y en la subhumanización que sufre un hermano latinoamericano. Si no pensamos en el otro oprimido nos involucramos decididamente con el sistema que provoca esa opresión.
La Alameda y los que participamos de los dos actos pretendemos un mundo mejor.
La Alameda, denunciando la oprobiosa existencia de un taller clandestino en lo que fue un centro clandestino de detención, obligó a las autoridades a actuar. Este es el camino.
No convivamos con UNA REALIDAD REPUGNANTE.
La Tintorería Color Pool, en nuestro barrio, también es parte de esta peligrosa repugnancia.


ASAMBLEA DE VECINOS DE VILLA MITRE Y SANTA RITA
asambleavmysr@hotmail.com

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